El proyecto Marginalia: en los márgenes de la tradición clásica tiene como finalidad la exploración de la herencia cultural grecorromana en manifestaciones culturales tradicionalmente consideradas menores, por ser productos de consumo popular y estar incorporadas a la sociedad de consumo. Manifestaciones alejadas de los canales oficiales donde se produce esa cultura alternativa, donde se refugia y realimenta la tradición clásica, a través de los proceso de subversión, banalización o perversión de lo clásico: cómic, televisión, publicidad, panfleto político, música popular, y subproductos literarios como la ciencia ficción, el cuento infantil, la literatura fantástica, el relato romántico, etc.

Marginalia es un proyecto de investigación financiado por el MINECO (FFI2011-27645) y dirigido por la profesora Rosario López Gregoris de la Universidad Autónoma de Madrid. Participan en él Laura Gonzalvo Bas; los profesores Luis Unceta Gómez y Helena González Vaquerizo de la Universidad Autónoma de Madrid; Cristóbal Macías de la Universidad de Málaga; Jesús Bartolomé de la Universidad del País Vasco; Leonor Pérez Gómez y José María Camacho Rojo de la Universidad de Granada.

martes, 12 de marzo de 2013

SONS OF ANARCHY: LOS ATRIDAS SOBRE RUEDAS


Sons of Anarchy

                La serie televisiva Sons of Anarchy relata las terribles vivencias de un clan de moteros en un pueblo ficticio (Charming) de California. El club de motociclistas lucha por sobrevivir en una compleja y aparentemente interminable espiral de violencia, mentiras, desolación y odio, sobre todo odio. La estética, la estructura interna y el cariz criminal del club están inspirados en el conocido club estadounidense Hell’s Angels. Sin embargo, en lo que atañe al argumento planteado, a la historia y a las relaciones narrativas que se desarrollan durante esta brillante serie que ya va por su quinta temporada, observamos una hábil combinación de elementos épicos y trágicos, así como una profunda inspiración shakesperiana. ¿Shakespeariana? A poco que observemos, comprobaremos que la verdadera esencia de este drama se encuentra en Esquilo, en sus Coéforos y en la infinita batalla de aquella familia, la de los Atridas, por huir del horror en el que ellos mismos se encierran. Nos encontraríamos así ante uno de tantos ejemplos de transmisión indirecta: aunque los guionistas reconozcan la influencia de Hamlet y no tanto la de la obra esquilea, ambos eslabones están conectados y podemos encontrar la presencia de la tragedia griega a través de este “filtro”.

               El personaje que pone en marcha la historia está en estos momentos muerto: John Teller, uno de los fundadores del club que, para todos, es una auténtica familia, independientemente de las relaciones de consanguineidad. Es decir, funciona como un génos griego. J.T. fue pareja de Gemma, una mujer fuerte y batalladora, con la que tuvo dos hijos: Thomas y Jackson. Lo interesante llega cuando entendemos que Thomas ha muerto tiempo atrás, víctima de una enfermedad degenerativa. Gemma reprocha a J.T. la muerte de su hijo pequeño, y no se la perdona. Parte de su rabia acaba filtrándose en la relación que mantiene con un amigo de su marido, otro fundador del club, Clay Morrow. Lo que comienza como una historia de desengaño termina siendo una aventura entre estos dos personajes, que deciden tramar juntos la muerte de John Teller. Jackson crece en ese mismo mundo, intentando asemejarse al que en muchos sentidos ya identifica como su padre. Pero su corazón está poblado de dudas: hay una constante nostalgia por el hermano muerto, así como una extraña relación con la figura ausente de su padre real.


Clitemnestra y Orestes
  
Estableciendo un paralelismo de papeles desempeñados en la trama, es fácil comprobar que John Teller funciona como una suerte de Agamenón (si bien el personaje de J.T. resulta mucho más amable para el espectador que el rey de Micenas), y Gemma, luchadora y agresiva, encarna el personaje de Clitemnestra, sobre todo en el asesinato que perpetra, en complicidad con su amante (Clay Morrow en un caso, Egisto en el otro), contra su marido. Jax, claro protagonista de la serie, encierra en sí mismo toda la fuerza y complicaciones del personaje de Orestes, aunque en su caso la necesidad de venganza y la ira que siente se concentran en la traición de Clay –Egisto‑. Incluso se podría hablar de una equivalencia funcional en el personaje de Thomas con la sacrificada Ifigenia, ya que su muerte es el punto de partida, pues separa a Gemma de J.T. y persiste siempre en la memoria de Jax como detonante de la violencia.


Clitemnestra y Egisto

 Pero la verdadera muestra de influencia clásica en Sons of Anarchy se encuentra, por encima de todas estas correspondencias de caracteres, en su filosofía más profunda y en el motor de toda la acción trágica que se desarrolla. Porque la historia se basa en un círculo de sangre del que no se puede salir únicamente por un motivo: el honor y la venganza, así como el dolor que por ellos se produce. La cadena de motivación de la antigua tragedia resulta evidente: vemos la hýbris en Clay, la ceguera fatal en Gemma, la némesis en Jax.

Egisto y Orestes

En cualquier caso, se perciben las aspiraciones por parte de los creadores de la serie de edificar una estructura narrativa poderosa, que alcance dilemas y problemas universales. Independientemente de cuál sea el germen de la reescritura, la tragedia se respira igual que el oxígeno. Porque estamos ante una historia de hombres que intentan, como todos los hombres, rebelarse contra un destino que ni siquiera saben si está escrito. Hombres que quieren ser dioses. Mortales que no están dispuestos a morir.

Marina Solís de Ovando

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