Cada año las
voluptuosas Fallas de Valencia sirven de escenario para la crítica más mordaz y
directa sobre las cuestiones del país que sean merecedoras de ella. Como no
podía ser de otro modo, también encontramos aquí el uso de motivos de la Antigüedad
clásica griega y romana como base o soporte de esta crítica. Estos motivos
sirven de excusa para hacer referencia a cuestiones actuales, como veremos en
los siguientes ejemplos.
Las
Tres Gracias y Las Tres Desgracias
La Falla de Nou
Campanar, titulada “Castillo de Naipes”, recibe este nombre como crítica a la
situación social actual, que hace que nos sintamos como si camináramos sobre un
castillo de naipes. En una de las imágenes, aparecen las Tres Gracias, que
simbolizan lo que deseamos: ingresos, inversión y empleo. En época de bonanza
económica, estos eran los pilares sobre los que se apoyaba la economía
española, y las grandes curvas de estas Gracias responden a lo fructífero de
esos tiempos pasados. En la otra imagen, las Tres Desgracias se muestran flacas
y demacradas, simbolizando los gastos, los ajustes y el desempleo.
Atlas
soportando el Mercado Mundial
La Falla Convento de
Jerusalén, titulada “Quien paga, manda”, muestra un ninot muy interesante: un ciudadano de Pastakistán soporta la bola de mundo, en la que se puede leer Mercat Mundial o World Market. Está claro que hoy en día esa es la carga más pesada
de todas.
La
diosa Ártemis cuidando la Fauna Ibérica
(con la ayuda de Posidón)
Falla plaza del Pilar.
La diosa Ártemis, sobre un espléndido caballo, está ayudando al espíritu de la Fauna Ibérica. A las nuevas especies que
han surgido hay que darles caza, pues campan a sus anchas y gobiernan a base de
recortes.
La
Odisea de una ciudad en obras
Una personificación de
la Odisea, con un Homero fallero sobre su cabeza, se horroriza
ante las excesivas obras a las que se ve sometida su ciudad. Pues como dice el
cartel: Por más que el ciego intenta
caminar con fluidez, le han puesto tantas trabas que se transforma en Odisea.
Homenaje
a la Odisea
La Falla Na Jordana, en
la plaza del Portal Nou, es todo un homenaje a la obra épica del poeta ciego.
El famoso caballo de Troya, el artilugio estratégico que utilizaron los griegos
en la guerra contra los troyanos, forma el eje central de esta monumental
falla. El héroe protagonista, Ulises, viaja atravesando situaciones dramáticas
y esperpénticas, encontrándose con los personajes más sorprendentes de la
mitología griega, todos ellos representados en diferentes ninots. El abuelo leyendo con la nieta la leyenda del caballo de
Troya ha sido el ninot indultado del
2013, que muestra la unión de nuestro más antiguo pasado con el presente de
nuestros días. Como dice el cartel de la imagen: Los Clásicos no mueren, aunque algunos quieran matarlos.
Texto y
fotografías: Sandra Cruz Gutiérrez
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